No tengas miedo de aprender... ¡Nunca es tarde!

miércoles, septiembre 18, 2013

Vaciando notas.


¡Hola! Si estás leyendo esto es porque estás desocupado/a.
Advierto que será una entrada larga. O más que larga... Aburrida. (Aunque no sé qué tienen de entretenido las anteriores).

Comenzando porque siento hartas ganas de escribir. Y como siempre me ha pasado antes, pero por no tener el notebook cerca no lo hago. (Escribir en el cel, aunque lo hago todo el día, aún no se me da bien para escribir en el blog).
Estoy en medio de las vacaciones de septiembre. Que para mi gusto, no son necesarias. Con el 18 y 19 está bien. Pero bueh, yo no bebo, por lo tanto no necesito un día para pasar el hachazo. Como sea.

Advierto también, que el orden de esta entrada no tendrá orden lógico. Tengo varias cosillas que decir, que he escrito por ahí, en esquinas de hojas, servilletas, cel, libreta de notas, etcétera.

-He estado escribiendo en colaboración con otro blog. Una persona que se ha llevado suspiros, lágrimas y sonrisas instantáneas mientras leía el suyo. Le comenté, me propuso que escribiéramos juntos y bueno. En eso estamos. ¡Un saludo para ti, Gonzalo!

-He estado escribiendo también, para Concepción en 100 palabras. No lo quería hacer público, porque honestamente, si no llega a salir siquiera uno de los cinco microcuentos que envié, me sentiré extraña. Así que espero discreción con respecto a esto. Ni preguntas, ni comentarios. Por favor.

-He estado grabando un par de canciones, jaja. Sí, grabando, pese a que no me guste escuchar mi voz. Un par de personas han escuchado unos segundos de eso. No serán públicos, tampoco. Y ya eliminé varias de las cosas que grabé. Me queda sólo lo que he enviado, y sinceramente espero que de ahí no se mueva. Debo seguir trabajando en ese tema. En el tema vocal, y en el tema de aprender a superar mi pánico al exponer ciertas cosas.

-He estado gastando tiempo en twitter. Volví. No tuiteaba hace tiempo, y gracias a un par de hashtag de ganar seguidores, he aumentado un porquito los números de tuits, seguidos, y seguidores. Gracias a ese hashtag, he estado conociendo a un par de personitas que me han estado alegrando los días. Me hacen sentir bien. He encontrado a gente con gustos similares, a gente que considera muchos puntos de las cosas que publico, y está de acuerdo. He conocido a personas con distintos puntos de vista, y con lo buena que soy para escuchar/leer nuevas opiniones me ha encantado. Conocí también a alguien que escribe fabuloso. Me refiero a su ortografía y al contenido de lo que escribe. ¡Maravilloso! -Felipe, un saludo para ti, también:)-. Conocí a alguien que es tierno pero hasta por donde  no puede serlo. Fascinante, hablo con él todo el día jaja. Es un amor con patitas, así que este otro saludo va para ti, David:*

-He estado abriendo los ojos a la ciudad. Al exterior. 
Con respecto a esto, el ooootro día escribí en el cel lo siguiente: "Esperaba que subiera a la micro el "platónico". No subió. Subió alguien que captó mi atención absolutamente, no tanto como el platónico lo hubiese hecho, pero la captó. Tiempo sin ver a alguien como él. ¿Quién era? Era un cobrador de boletos". Fue algo que cambió mi día. Sí, todos los días algo le da un giro y me hace sentir cosas nuevas. Esta vez fue el turno de él. Es que, tanto han cambiado los tiempos, que ya hasta se han ido extinguiendo los cobradores de boletos. Por supuesto esperaba a que fuera por el mío... Pero como estudiante, me ignoró, y pasó de largo al asiento de atrás. "¿Me permite su boleto, señora, por favor?" le dijo con una voz tan grave y suave a la vez, que deseé demasiado que volvieran aquellos tiempos. Esos tiempos de cobradores de boletos, y de gente educada. 
Abriendo los ojos a la cuidad he descubierto que Concepción me ha devuelto lo que perdí por un momento. No, no fue la billetera que me robaron hace un año ya. Ha sido la esperanza, la alegría, las ganas de seguir adelante. 
~Caminando por ahí con cierto personaje que no vale la pena nombrar, vi a un par de niños corriendo y jugando. Alimentando a las palomas; sus sonrisas, al igual que las de mis sobrinos me han devuelto un pedazo de alegría. 
~Vi  a una pareja de ancianos, tomados de la mano, comiendo helados. Él le ensució la nariz a su pareja, ella rió y el le retiró el helado con su boca y ella sonrió y hasta casi pude notar un enrojecimiento de sus mejillas; me devolvieron la esperanza. 
~Mientras estaba en el trabajo de Papá esperando a que cumpliera sus horas de trabajo para que me trajera a casa, me paseé por la cocina y me quedé conversando con la persona que está encargada del mantenimiento de la casa. (La oficina de mi padre, es en realidad una casa, donde él -sub director, contador y administrador del proyecto-, y la directora tienen su oficina, y las duplas de asistente social, y psicólogos tienen sus cubículos, y el resto es zona para los niños, para las entrevistas, piscina, sala de pool, cocina, baños... ¿Se entiende? Es una casa). Bueno, mientras hablaba con ella, se acercaron dos jóvenes que, creo, eran de la mejor dupla que trabaja ahí, y comenzaron a hablarme. A aconsejarme, y a decirme que por muy ardua que se me pusiera la carrera, que por mucho que me costase un ramo, que por mucho que tuviera que esforzarme con temas específicos, siguiera adelante y sacara la carrera a como diera lugar. Porque la recompensa que se tiene después, al poder ayudar al resto de la comunidad, es de las sensaciones más gratificantes del mundo. Y sí, claro. Para eso estoy estudiando lo que estoy estudiando. Ya deseo sacar mi carrera, aprender todo lo teóricamente necesario, y lanzarme al campo laboral, e intentando ayudar a cada persona que pueda. Hacer de sus vidas, vidas mejores. Por qué no, trabajar un tiempo con la Fundación de mi papá, aunque el área social ni comunitaria sea lo mío. Poder aportar al beneficio de aquellas personas vulneradas, y que me devolvieran una sonrisa durante y después de la sesión, que me dijeran ''gracias, señorita Vania, por esto que está haciendo'', sé que será sin duda, de las mejores y más maravillosas sensaciones de la vida; ellas me han devuelto las ganas de seguir adelante, que estaban un poco bajas, pero con aquellas palabras de aliento ¿quién no se motiva?

-Dentro de los textos que envié  a Concepción en 100 palabras, escribí algo que tenía escrito en mis notas del celular, para el blog. Y pues, como se dio la oportunidad de concursar, envié ahí una adaptación de lo que tenía. Concretamente no puedo escribir lo que envié ahí, pero quisiera explayarme más en el tema, usando palabras distintas y sólo mencionando vagamente lo que envié. (A todo esto, creí haber guardado los cinco microcuentos, y sólo guardé uno:c, espero que eso no sea algún impedimento más tarde jaja u_u)
~El tema es el siguiente: ''Me gustan las personas que tienen aquellos moratones bajo los ojos''. Me refiero a las ojeras, no se malentienda con golpes, por favor. 
Es que significan tantas cosas... Pueden ser por desvelos: Entre estos pueden haber razones grandiosas, y mortificantes. A mí por ejemplo, me pasa que por tanto pensar en un tema determinado, ya sea la muerte o la soledad, que son temas que me aterran,  me causa desvelo. Y no puedo conciliar el sueño si no tengo la luz prendida y no estoy abrazada a un peluche. (¡HOLA! Mi nombre es Vania, y pese a que cumpliré veinte años en dos meses más, sigo durmiendo con peluche). O, hay otras razones que me causan desvelos, aparte de los estudios, y es por pensar en cosas maravillosas. Ahí es cuando me voy al mundo de papel (años sin nombrarle así), donde todo es perfecto y todas las cosas que quiero pasan siempre, y blah blah blah. Las ojeras también pueden pasar por ser alguien que se esfuerza en llevar a casa las cosas necesarias. Aquellas personas que trabajan un sin fin de horas esperando que todo su esfuerzo les conlleve a sus familias tener una estadía mejor cada día. 
Pueden ser producidas, en los jóvenes, por salir harto. Y sí, estoy a favor de que la juventud disfrute todo lo que quiera, mientras sea responsable con los demás y más aún, consigo mismo. 
En conclusión, aquellas personas que viven, y que por razones, cualesquiera que sean, me gustan.

-Otra cosa mariposa, "etiquetas insanas".
Qué hay con el mundo, que les gusta encasillar a las personas con etiquetas que muchas veces no son sanas. Se forman unos prejuicios pero que no se les quita nadie! Por ejemplo, yo soy:
Evangélica: No. NO uso faldas largas, no tengo prohibición de cortarme el cabello, no grito "grande!", no sólo sé tocar pandero (ya, en serio... toco pandero, güiro, flauta dulce y poquitín de batería, pero el pandero no es lo único que sé tocar u.u)... No, no, no. Al menos la doctrina que yo sigo, sí permite consumir alcohol, sí permite salir a fiestas (no en exceso, claro), sí permite tener una relación con alguien que no sigue la misma religión. O sea... No le veo lo negativo, en serio. Más allá del tema de la religión en sí, que se sabe, no es un tema del que me guste hablar.
Racista: Que no sé si es racismo propiamente tal, pero no me siento a gusto con las personas que son de color negro neeegro. Y lo solucionaré, ok? 
Celópata: Esto sí que es una etiqueta que me viene, pero en serio, celópata? ¿A tanto el extremo? Wait... Si yo tengo control. Y no ando revisándole cada cosa que pueda a las personas. Celosa sí, mucho. Pero con límites.
Cinéfila: Ya bueno, esta no es una etiqueta que me moleste. Me encanta ver películas  y hablar sobre la valoración que le doy a éstas. No hay algo malo con eso.
Atazagorafóbica (aunque la gente no anda por la vida diciéndome: ''hey tú, la atazagorafóbica, llevas la mochila abierta''): Poca gente sabe que lo soy. Y aunque no lo considere una etiqueta porque otros me lo han dicho, lo pongo porque varias bromas me han tirado con eso de la soledad sabiendo de mi fobia hacia ella.
Melómana: Tampoco considero que sea una etiqueta negativa. Pero va, que me paso el día entero escuchando música... Tal vez sea insano. Pero no por la etiqueta, sino por lo que significa la exposición a mis oídos cada vez que puedo aumentarle al volumen.
De ideología política más tirá' hacia la derecha: Y aquí bueh, todos juzgan y nada. Que les quiero matar a todos, y por favor... Estoy de acuerdo con varios puntos que plantea la izquierda también. Si no me anoto con esta ideología. ¡Sólo me gusta hacerles bromas a mis amigos que son comunitas! :)
Bibliófila: Otra etiqueta más que no me molesta. Porque es más, muchísimo más que cierto. Y que de hecho en mi cédula de identidad deberían poner: Vania (bibliófila) Scarlet... Puede que vaya a hacer una visita al registro civil. (En ocho mil años más, porque es que todavía no deponen sus paros y huelgas y todo eso que están haciendo).


-Pasando a un tema más... Romántico(?) Llevo escrito un par de líneas que publicaré, sin ánimos de alentar a alguien, no sientan que va a alguien en particular porque no, no es así.
~ Cuando se trata de alguien, de él específicamente, de alguien que de verdad quiero, y le quiero pa' algo serio... me vibran hasta los pensamientos.  Siento que los latidos no le suenan a latidos, no le suenan uniformemente. Suenan como... sonidos celestiales. Sonidos nunca antes reproducidos. Sonidos magnánimos. Y luego, cuando estoy pensándole, y me da por suspirar, no sé por qué trato de hundirlos o disfrazarlos con una tos. ¿Para qué querré que se note?  

-A otro perro con ese hueso: Estaba pensando que posponer las horas de sueños me pasa por el miedo que le tengo a la muerte. Y más que a ella, a lo que no alcance a hacer mientras esté en vida. Por eso creo que no logro conciliar el sueño rápido. Porque me mantengo esperando a que ideas para mejorar vengan, y así va, se me pasa la noche y ya es momento de despertar. 
Pensaba en cómo evolucionan las cosas. En cómo al principio todos somos personas desconocidas. Y que de poco a poco van surgiendo relaciones tan hermosas (y espantosas también). Y es que es algo fascinante (repetido), el cómo las personas nos potenciamos con otras y somos más de lo que somos en un momento. En este caso, siento que me estoy potenciando en varias áreas gracias al sustento y la constante retroalimentación que existe con ciertas personas. ¡Gracias!

-En la vida todo es cuestión de perspectivas. Hay gente muy tóxica, que es pesimista en todo y con la que, sinceramente, me resulta horrible convivir. Y en cambio hay otras personas que me provocan un aluvión de energía y  ganas de vivir. Es verlos y me inspiran a lanzarme a proyectos, aventuras, etcétera... Dos formas de ver la vida y, aunque creo que de alguna forma  estamos más predestinados a ver el vaso medio lleno o medio vacío, quiero pensar que la última decisión sobre cómo vemos las cosas, la tenemos nosotros. Quiero decir, la vida nos da un sinfín de oportunidades, pero dentro de aquellas nos limitan. Es como cuando vas al supermercado y ves que hay ofertas. Ah! Pero sólo ofertas de marcas que sabes que no te gustan. Entonces debes optar por llevar lo de oferta, porque claro, te ahorras un par de pesos; o te llevas de lo que te gusta, pero gastándote más dinero del que tal vez tenías presupuestado. 

Y creo que ya, hasta aquí dejaré esto. Quiero volver pronto, alguien me pidió (casi exigió) que hiciera un recuento de lo que iba del año, nombrando momentos y personas tal como hice el año pasado... Así que probablemente lo próximo que publique será eso.
A ti, que llegaste hasta el final quiero decir: Gracias, gracias por leer mis pensamientos. ¡Abrazo! No olvides sonreír, y si me vez ¡prohibido no hacerlo! Te deseo felicidad :*




2 comentarios:

  1. Que has derramado lágrimas leyendo mi blog, ni por casualidad lo he leído o escuchado. ¿Por qué le mientes a tus seguidores? Eso es malo, Vania. Muy malo.
    Pero por la mención te perdono. Cuando llegue a la máquina de escribir, ingreso con mi cuenta y le doy al botoncito del más uno de gugl plús ¡jaá! Me gustó tu entrada. Te estoy queriendo, pequeña. Un abrazo de vuelta, por el que me gané gracias a leer todo este posteo inmenso y tedioso. Y te cobraré el abrazo porque sabes de mi adicción a ellos.
    -G.H.

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    1. Si te dije >:c, eres un pesado de primera. Ojalá no te tenga que ver mañana. -mentirasiquierotenerteaquiparaverte-. Te daré tu abrazo. Pero unnnnnno solo. O dos. O como máximo tres. Pero para, porque me esta doliendo la vida cuando me abrazas uwu.
      Y yo, quiero quererte. No sé por qué me tildas de pequeña, es una etiqueta insana ):

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