No tengas miedo de aprender... ¡Nunca es tarde!

lunes, octubre 14, 2013

Lancé al cielo las frustraciones.

Creí que la siguiente entrada para escribir sería el recuento del año. Pero siento que aún están pasando demasiadas cosas que quisiera incluir, y necesito reunir detalles importantes así que no va. Esta entrada al igual que la anterior es una recopilación de cosas que he anotado en varios lugares, cortita, pero bueh. 

Este es el momento de cometer errores, de enamorarnos mucho, de echarlo todo a perder. El momento de dañar y de ser dañados, de conocer la oscuridad. Es el momento perfecto para hacer estupideces, y de sentirnos mal. Cuando crezcamos todos estos momentos de equivocaciones no podremos enfrentarlos como ahora, pero vamos... Siento que varias veces alaraqueamos.
¿Qué es eso de andarse lamentando porque cosas negativas pasan? ¿Tan débiles estamos? Creo que estamos insertos en un presente muy cómodo. Cuántas veces nos han contado nuestras abuelas lo que ellas tenían que para en su infancia, en su juventud! A mí, mi mama (abuela paterna), me contaba sus experiencias de joven, me contaba que tenía que ayudar en la casa, y que si no lo hacía su mamá le pegaba con el escobillón o con lo que tuviera a mano. Y por eso no iba corriendo a denunciarla. Esos golpes le hicieron ser la persona que es hoy. Mi abuelo paterno cuenta de todas aquellas veces en las que tenía que caminar kilómetros para ir a comprar pan, y a nosotros nos da flojera caminar dos cuadras para traer el pan? Mi mamá para llegar a la casa de descanso los fines de semana tenía que cruzar el cementerio y un par de kilómetros a pie, algunas veces sola, algunas veces con sus hermanos y a nosotros nos molesta que no nos pasen el auto o no nos vayan a buscar. ¡Qué diablos es esto! Dejen de ser tan cómodos, dejen de quejarse, aprendan a vivir. Y si se equivocan, y si se pierden, y si lo echan todo a perder, no dejen que les derrumbe. La vida sigue, la vida continúa y tú también. 

Nos han enseñado que las cosas son superables, y quizá es por eso que hay parejas que terminan tan rápido, y matrimonios que se divorcian luego de dos meses. Porque ya sabemos que después de un tiempo el dolor deja de doler, la soledad deja de notarse, y lo superamos. No sé hasta qué punto sea bueno...

Lancé al cielo las frustraciones y viajé, por una vez, lejos, muy lejos de mí. Ya varios me preguntan si mi buena onda, mis buenos deseos, mis sonrisas y mi felicidad son reales o no. Pues bien, sí. Son absolutamente reales. Se trata de aprender a dejar que las cosas negativas sean sólo enseñanzas y que no afecten. Porque vaya... Estas últimas semanas han sido semanas de locos con respecto a algunas noticias de las que me he enterado, y pese a que tendría que estar furiosa y pateando la perra, aprendo a no cometer aquellos errores, respiro, saco una sonrisa enorme, y la vida luego me sonríe de vuelta. Como dije en la entrada anterior, la vida es cosa de perspectivas. Veo la vida positiva, y la misma se me hace positiva. Y el desearle a los demás que sean felices, que sonrían, no es una forma irónica (como me llegó un comentario el otro día), es porque de verdad, el sentir que las cosas marchan bien es una sensación tan gratificante, que sería genial todos la pudieran sentir. 
Me tomo un momento para reflexionar cada día, en algún rinconcito del día, en algunos minutos, mientras vengo de vuelta, mientras voy, mientras hago la cama, mientras me lavo los dientes, me tomo ese espacio para pensar en si las cosas que estoy haciendo las estoy haciendo bien, y qué cosas son las que debo cambiar. Y en eso se me va la vida, intentando hacer las cosas de una forma más productiva y más feliz, ¿qué hay de malo con eso?, porque yo sea feliz significa que otro no puede serlo? ¡Al contrario! Las personas felices se potencian y logran grandes cosas. Entonces, ¿por qué no unir nuestra felicidad, y formar grandes cosas juntos? Es una invitación para ti, que estás leyendo. Hagámoslo. Hagamos de esta vida, una vida mejor. ¡Espero tu sonrisa!

HolaOscarqueestáleyendounsaludoparati:)