No tengas miedo de aprender... ¡Nunca es tarde!

domingo, junio 10, 2012

Un día de color naranja

El fuerte latir de mi corazón se apodera de mí al momento de pensarlo.
Imagino ese día, todos felices, incluyéndome. Despertando -no con una sonrisa, éso ha ocurrido tan pocas veces que no lo pienso así- y pensando primeramente en cómo estarás -no es que no lo haga, sólo que esta vez hay un cambio- en cómo está mi pareja, el hombre que deseo. Levantándome y al mirar mi móvil ver un mensaje de texto tuyo, diciendo cualquier cosa que me alegre un poquito más. Vistiéndome y alistándome para irte a ver, coger el bus e ir escuchando música mientras ver a la gente caminar en el exterior, pensar en ti. Caminar hacia donde estés, con los labios medio curvados formando una sonrisa al momento de verte. Saludarte con un tierno beso en los labios y diciendo buenos días amor. Juntarnos con ellos, sí, exacto. Contigo y contigo. Caminar en busca de algo qué hacer. Ir quizá de visita al teatro a ver una obra o escuchar una sinfónica, visitar alguna galería de arte en la ciudad, viajar dentro de nuestros límites en tren, conversar hasta altas horas en la playa, reír hasta no poder más, jugar y meditar entre todos. Filosofar, cantar, bailar, estudiar, vivir.
Sueño con ese día. Sueño con el día en que todo estará bien, donde las aves canten una melodía perfecta, y la risa de niños jugando por las calles acreciente. Sueño con el posible mañana, con nuestras vidas unidas.


Sueño, sueño y sueño. ''Soñar es gratis''... el precio más caro es el despertar. 


Fotografía de Gonzalo Barrientos.